Estimados hermanos:
Nos dirigimos a vosotros con la esperanza de que, en estos momentos de dificultad, la salud acompañe a vuestros seres queridos y a vosotros mismos, como lo hace la Fe cada día de nuestras vidas.
Ahora más que nunca, los cofrades debemos dar ejemplo y cuidar de todas esas personas que, por circunstancias, se encuentran solas, desatendidas, enfermas, para que no decaigan sus fuerzas. Y por supuesto, cuidar también de los que nos cuidan, y los que cada día salen a trabajar para que, el estado de confinamiento en el que nos encontramos, sea más llevadero. Pidamos por todos ellos en nuestras oraciones, por sus familias y por todos nosotros.
Son muchas las noticias que nos llegan en las últimas semanas,
incertidumbre, enfermedad. Pero ahora más que nunca debemos confiar en los profesionales y en las autoridades. Juntos somos capaces de grandes cosas, también de vencer esta pandemia. Y así, cumpliendo con lo dispuesto por el Gobierno de la Nación, nuestras dependencias permanecerán cerradas hasta que se levante el estado de alarma.
Y el día que superemos la pandemia, volverá a ser Domingo de Ramos, y miraremos al cielo convertidos en mejores personas, y no hará falta ni incienso, ni túnicas color marrón franciscano, bastará con abrazar a nuestros hermanos y celebrar con Dios que vencimos. Todos.
Que Nuestro Padre Jesús de la Soledad y María Santísima del Dulce Nombre nos guíen y protejan siempre.
Todo saldrá bien.
Quédate en casa.
Málaga, 26 de marzo de 2020
Carlos A. Galiana González
Hermano Mayor