El pasado 24 de noviembre, con motivo de la festividad de Cristo Rey, se comenzó el año en conmemoración del XXV Aniversario de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Soledad. Dicho acto fue presentado por D. Modesto Delgado García al cual le agradecemos desde estas líneas su implicación en dicho acto de apertura al igual que en la colaboración en este apartado dedicado a esta efeméride.
“Apoderándose de Él, le llevaron e introdujeron en casa del Sumo Sacerdote; Pedro le seguía de lejos. Habiendo encendido fuego en medio del atrio y sentándose, Pedro se sentó también entre ellos. Viéndole una sierva sentado a la lumbre y fijándose en él, dijo: Este estaba también con Él. Él lo negó, diciendo: No le conozco, mujer. Después de poco, le vio otro, y dijo: Tú eres también de ellos. Pedro dijo: Hombre, no soy. Transcurrida cosa de una hora, otro insistió, diciendo: En verdad que este estaba con Él, porque es galileo. Dijo Pedro: Hombre, no sé lo que dices. Al instante, hablando aún él, cantó el gallo. Vuelto el Señor, miró a Pedro, y Pedro se acordó de la palabra del Señor, cuando le dijo: Antes de que el gallo cante hoy me negarás tres veces; y saliendo fuera lloró amargamente”.
En el año 1998, concretamente el día 4 de abril, la hermandad, que hasta entonces había dado únicamente culto interno a nuestros titulares, realiza su primera salida penitencial por las calles de la feligresía. Fueron muchos los que quedaron gratamente sorprendidos ante la seriedad, recogimiento y buen hacer de aquellos nazarenos de hábito franciscano, de cuyo cortejo formé parte.
Es entonces, cuando comienza un difícil periodo debido a la no aceptación por parte de los distintos órganos competentes, tanto del pasaje evangélico, que representábamos (difícil interpretación). Como a la poca relevancia artística de la imagen del Cristo e iconografía del misterio, realizadas en 1992 por José Dueñas. Teniéndose que tomar la decisión de cambiar la imagen del Cristo y el cambio del pasaje evangélico de la Soledad de Jesús que representaba la cofradía en aquel entonces.
A partir de aquí, la Hermandad, muy al contrario de venirse abajo, inició con más fuerza una nueva y consolidada etapa, redactándose nuevas reglas y aquella comisión encargada de buscar un imaginero, lo encuentran en Córdoba y se llama Antonio. En aquellos momentos, Antonio trabajaba puerta con puerta con otro imaginero, Francisco Romero Zafra, vaya que compartían taller, pero el destino, la casualidad, o más bien la Divina Providencia, hizo que la puerta que escogieron fuese la de Antonio Bernal Redondo. Tallando la nueva y actual efigie del Señor de la Soledad, y también su grupo de misterio. Siendo nuestro Cristo, la primera imagen que realizaba para nuestra
Hermandad. Que como podemos contemplar:
“Se trata de una elegante imagen, que se enmarca dentro del naturalismo propio del neobarroco. Cuya composición corporal, se aleja del estatismo predominante de los nazarenos presos y apuesta por una actitud itinerante y valiente. La rotación de la cabeza, hacia el lado derecho y la posición de las manos, es un claro ejemplo de escultura poliédrica, al multiplicarse los ángulos de visión. En la cabeza y el rostro, el escultor sintetiza las claves estilísticas que informan su modo personal de entender la estatuaria policromada que cita al naturalismo del Maestro Pedro Roldán. Destacando en su mirada una conjunción de equilibrio, serenidad y sentimiento.”
Es en la cuaresma de 1999 cuando se presentan los primeros bocetos:
“Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Soledad, es conducido por dos soldados judíos, uno a cada lado. Uno, lo empuja y mira con desprecio, su árido gesto y su fealdad potencian su maldad hacía nuestro Señor. El otro, mira a Jesús, lo contempla con respeto, quizás temeroso, seguramente compasivo, de llevar hasta tan fatal destino, a quien podía ser un pobre inocente ¿o tal vez el Rabí?…
Detrás los soldados salientes de la guardia conversan en torno al fuego. Pedro dialoga relajada y distendidamente con dos guardianes. La sirvienta, en ese momento irrumpe con fuerza en la escena, quien interroga al apóstol sobre su amistad con Jesús. Este acerca su mano al pecho como si quisiera jurar de corazón que no conocía a aquel hombre, y tal como Jesús había profetizado: «antes de que el gallo cante me habrás negado tres veces». Pedro, acordándose de lo dicho, mientras aun lo negaba rompe a llorar.
Un gallo sobre una columna. Y un perro, alegoría a la fidelidad, esperada de Pedro, nos recuerda que San Francisco de Asís predicaba el amor a los animales.”
El 3 de abril del año 2000 se bendice la nueva imagen de N.P.J. de la Soledad, y en ese mismo acto es en donde nuestra Parroquia celebró el año Jubilar (del gran Jubileo del año 2000), colocándose la imagen en el centro del Altar Mayor, bajo la Divina Pastora de la Almas, titular de la Parroquia. La bendición, la realizó nuestro querido y recordado párroco D. Alfonso Rosales. Y Como padrinos de la bendición, las hermandades de la Divina Pastora, Salesianos, Prendimiento y Alegría, pertenecientes a la Parroquia, además de la Hermandad del Amor y la Caridad. Y el día 15 del mismo mes de abril, salió en procesión, siendo esta la III Salida Penitencial de la cofradía.
Con gozo para todos, la Agrupación de cofradías de Semana santa de Málaga, tuvo a bien incorporar a esta cofradía en el seno de la misma, el 20 de febrero de 2003.Por lo que el Domingo de Ramos, 13 de abril, la Hermandad realiza su VI Salida Penitencial, siendo 1ª vez que realizaba Estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral.
Desde entonces han pasado ya 25 años de estos hechos, que dan para mucho. Desde el año 2017 Nuestro Padre Jesús de la Soledad procesiona ya con su grupo escultórico completo y su nuevo trono (2008) faltando aún el dorado de este.
Boceto NPJ de la Soledad
XXV Aniversario
Triduo NPJ de la Solead
Las líneas que inauguran este apartado están sacadas propiamente de la presentación citada el pasado domingo 24 de noviembre por presentador D. Modesto Delgado García al que agradecemos nuevamente su implicación en dicho acto y en estas líneas.