Gracias Daniel, ¡objetivo cumplido! Sin duda alguna, has marcado con elegancia el primero de los muchos hitos que tiene preparados esta Hermandad.

Daniel García Romero, de sobra conocido en nuestra ciudad y fuera de ella, nació en Málaga y desde su infancia ha  estado ligado al dibujo y a la pintura. En 1997 empezó a estudiar en la Escuela de Artes plásticas y diseño de San Telmo, en la rama de Alfarería. Realizó su 1ª exposición en la Peña “El Sombrero” con el título “40 rostros de la Pasión”. Cuadros realizados en carboncillo sobre los Cristos que desfilan en Semana Santa, por las calles de Málaga. Al acabar sus estudios de alfarería, emprende el de talla en madera. Sin embargo, al curso siguiente decide continuar con su carrera de Cerámica Artística, donde alcanzará el título de grado Superior. En este periodo de tiempo, ejerce como pintor Ceramista, en un taller de Málaga Capital. Realizando más de 200 obras de diversos tamaños y temática. En 2006 instala estudio artístico en la calle Sagunto e inicia su andadura particular, estrenándose con el Cartel del Mes del Dulce Nombre. De su prolífica producción artística, cabe destacar sus sobresalientes trabajos en cerámica o retablística cofrade, diseños ornamentales, retratos o cartelería.

Las realizadas para nuestra hermandad, son los diseños del trono de nuestro Padre Jesús de la Soledad, y el de nuestra característica cruz de guía. Pectoral para la santísima Virgen. Así como, los mosaicos para Nuestro Padres Jesús de la Soledad, ubicado en la plaza de capuchinos, y el de María Santísima del Dulce Nombre en la calle Dos Aceras.

Hoy, este magnífico profesional, Hermano de las cofradías de Pasión y Expiración, nos presenta, no solo un emblema, no solo un anagrama, sino el anuncio de esa puerta, de esa visibilidad del XXV aniversario de la bendición de NPJ de la Soledad.

En el logotipo, podemos ver la representación de las manos del Señor de la Soledad, destacadas en un fondo basado en los colores del hábito franciscano, que son los mismos que la sección de nazarenos del Cristo: negro y marrón. Dividido por un cordón o cíngulo asimilando el atavío del Señor, en cuya parte baja podemos contemplar un lazo, de color verde mar, rememorando el manto de María Santísima del Dulce Nombre. Cierra el conjunto la leyenda con el motivo de la efeméride.

Presentación por D. Modesto Delgado García